Los Museos en México: Una Crítica Necesaria Desde la Experiencia


Durante mi Licenciatura en Historia he visitado numerosos museos en la Ciudad de México y el Estado de México, todos enfocados en historia. Mis favoritos han sido el Museo Casa de la Bola y el Museo Franz Mayer, ambos de carácter privado.

https://es.wikipedia.org/wiki/Museo_Casa_de_la_Bola#/media/Archivo:Juansuarezdeperalta_6.jpg  

La Ilusión Académica vs. La Realidad

A lo largo de la carrera nos enseñan valores humanistas y nos inculcan que la cultura debería ser gratuita y accesible para todos. Mantuve firme esta convicción durante toda mi formación académica. Sin embargo, mis prácticas profesionales en un museo me confrontaron con una realidad muy diferente.

La Experiencia en el Museo

Realicé mis prácticas en un museo poco conocido donde mi objetivo era aumentar la afluencia de visitantes y mejorar los métodos de enseñanza. Tenía varios proyectos en mente, pero tras conversar with la encargada de las salas, descubrí una triste realidad: no podría implementar cambios significativos ni agregar elementos innovadores.

El problema fundamental es que se necesita que la gente visite y se interese genuinamente en los museos. Hablo de un museo público con entrada gratuita que, aún así, apenas recibe visitantes.

Observaciones Desde la Sala

Una de mis tareas consistía en cuidar las salas los fines de semana y hacer cumplir las normas básicas: no tocar las piezas, respetar las distancias de seguridad y no usar flash al fotografiar. Esta experiencia me permitió identificar distintos tipos de visitantes:

Los Visitantes Ideales: Adultos que disfrutan genuinamente el museo, se toman su tiempo, leen las cédulas informativas y admiran cada objeto de la exposición.

Familias Problemáticas: Padres que llevan niños que corren, tocan todo y no respetan norma alguna, mientras sus progenitores carecen de autoridad para controlarlos.

Turistas Superficiales: Personas que no leen información ni observan con detalle, únicamente buscan fotografías para presumir en redes sociales su supuesto interés cultural.

Familias Comprometidas: Adultos acompañados de niños que muestran genuino interés, prestando atención a cada rincón del museo.

Adultos Irrespetuosos: Visitantes que ignoran completamente las reglas y requieren supervisión constante.

La Cruda Realidad

Mis observaciones me llevaron a una conclusión desalentadora: de cada 100 personas que visitan el museo, apenas 20 lo disfrutan genuinamente. El resto va por falta de opciones de entretenimiento o para generar contenido en redes sociales.

Propuestas de Cambio

Sobre los niños en museos: No lleven menores a menos que muestren interés genuino. Un zoológico será más atractivo para un niño que no aprecia el valor histórico de los objetos expuestos.

Sobre la gratuidad cultural: Creo que la idea de cultura gratuita está mal aplicada en México. Mientras no tengamos una educación sólida que valore el patrimonio cultural, deberíamos cobrar entrada a los museos. Los estudiantes podrían acceder gratuitamente con credencial, pero el público general debería pagar.

La Psicología del Valor

Cuando algo es gratuito, las personas tienden a no valorarlo adecuadamente. El cobro genera un sentido de inversión que lleva a un comportamiento más respetuoso y una experiencia más consciente.

Reflexión Final

Espero el día en que visite un museo público y encuentre a todas las personas genuinamente admiradas por lo que tienen frente a sus ojos, no porque no tenían nada mejor que hacer en domingo.

 

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